miércoles, 25 de diciembre de 2013

Un día de abril

"Volveré un día de abril"

Fue lo último que escuché de él.
Desde entonces he visto la luna ir y venir tantas veces cómo las que he intentado dejar de fumar.

La ciudad ha sufrido menos cambios que mi corte de cabello... o sus colores.

Hay menos baches en las calles que cicatrices en mi cuerpo, y eso que ya hace algún tiempo que no gano una nueva.

Y digamos que el alcohol y yo hemos entablado una rara y a la vez bastante íntima relación.

En realidad creo que soy la única de aquél entonces que todavía lo espera... O lo recuerda, espera, soy la única que queda en ésta ciudad de todos los que éramos en aquél entonces.

Aún así hay algo que hace que cada tarde de abril me encuentre en esa misma banca de parque dónde esa promesa fue hecha.
No puedo discernir si es por costumbre o esperanza que sigo viniendo pero realmente no me sentiría en paz si no viniera.

De cualquier modo ya no se ve a nadie conocido por éstos lares, al menos no me preocupa el hecho de que se pueda ver mal una mujer de ventitantos sentada en una pequeña banca en un parque mientras espera se cumpla una promesa hecha hace tanto tiempo ya que no recuerda el momento exacto en que fue hecha.

Pero al momento de marcharme, cuando ya es de noche y mi bebida de turno se ha agotado siempre sale de mis labios la misma frase.

"Un día de abril...".

miércoles, 30 de octubre de 2013

Horrorgrafía

No es que sea un exagerado, yo diría que soy un amante de la palabra bien escrita.

Porque escribir bien es un arte del que todos deberíamos participar y disfrutar.

Aunque durante algún tiempo estuve interesado en una mujer.

Era un poco tímida, eso la hacía ver linda, y como estudiante era decente.
Creo que está de más el mencionar que sus atributos físicos eran excelsos y que el gris ambiente de aquellas tardes escolares resaltaba aún más todo sobre ella.

Así durante una ajetreada y monótona tarde de clases lo decidí.

Le expresé en una carta digna de Neruda o de Benedetti todos mis sentimientos hacia ella.
Lo que más dolió fueron esas 4 palabras de respuesta:

"Io tanvien te hadoro".

jueves, 17 de octubre de 2013

No abras.

No abras esa puerta, detrás se encuentran ellos, siempre al acecho.
Nutriendose de mis victorias y derrotas, haciéndose más fuertes cada vez, sacándome de problemas y de quicio, haciéndose invulnerables a todos mis métodos de escape y permitiendo que la inseguridad haga presa de mis sentidos.

Nunca sabes el resultado que vendrá de ahí dentro, pero cuándo tú autocontrol se extingue y te dejas llevar no hay vuelta atrás.

No abras...

Te lo dije.

jueves, 10 de octubre de 2013

Viento.

Siento el viento.
Ese viento que anuncia el fin de una aventura, esa nostalgia en el pecho por los compañeros que he de dejar mas no de olvidar.
Llevo grabados en la mente las aventuras, risas, bromas, molestias...
Pero sobre todo esos ojos grises y hermosos que derraman lágrimas por mi mientras yo hago promesas de volver, aunque sé que cumplir esas promesas será igual o tal vez más difícil que ésta  misma empresa.
Pero no importa, sigo siendo libre como el viento y los nuevos caminos que se abren ante mi algún día me han de llevar de vuelta ante todos ellos, ya sea por separado o, en el mejor de los casos juntos, de nuevo, bajo la misma luna.
Pero a esos anhelados ojos son hacia los que encaminaré mis pasos...
Hasta entonces seguiré de frente con el viento soplando en mi cara, la lluvia mojando mis miedos y mis recuerdos alimentando mis pasos.

Tú, yo, ¿Extraños coincidentes?


NOTA DEL AUTOR: Esto puede tener cierto parecido a la entrega en partes "Llamada nocturna , es algo por el estilo. Con la diferencia de que ésta vez es una cooperación entre otra autora y yo, lo estamos haciendo un párrafo cada uno alternados, veremos que sale, esperemos si puedan ser más entregas.

Era un día cualquiera de verano, una tarde que solo pasaría con mis amigos , nada muy rebuscado, las mismas bromas simples y los mismos artículos a comprar en la tienda. Ese día Alejandro y yo hacíamos por intentar conocer alguna chica y cortejarla aunque fuera por una tarde.



Si, era uno de esos eventos en los que vas a platicar con los amigos y a pasar un buen rato, hay mucha gente, sin embargo, nunca sabes cuando te puedes encontrar con alguien interesante.

Llegó un momento en el que la sed hizo efecto y entre bromas y demás fuimos a la tienda de autoservicio a comprar algo, con nosotros iba el conocido de uno de mis amigos.

Al llegar a la tienda, el conocido de mi amigo vio a unas "amigas" suyas (algún tiempo después sabría que apenas y las conocía) y como nos parecieron atractivas nos acercamos a saludar.

Estábamos sentados en una tienda de autoservicio que estaba en la esquina, es normal encontrarse con otras personas que tal vez conoces; en esta ocasión fue un conocido de un amigo con el que platicabamos y unos jóvenes se acercaron a saludar.

-"Lindo peluche"-, fue la primera frase que atine a decir al ver que una de las jóvenes allí reunidas sostenía dicho objeto.

La conversación siguió por unos momentos, no pasaba de comentarios graciosos y chistes, parecían ser personas agradables.
Un rato después, y antes de despedirnos, nos pasamos lo correos electrónicos para poder seguir en contacto.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Llamada Nocturna IV

-"¿En qué  estás pensando?"- interrumpí casi gritando en el teléfono.
Y con una voz que ya no puede esconder el llanto, ella responde:
-"He estado pensando en rendirme, en regresar con todos y que todo sea risas y diversión como en aquel entonces"-.
Todos...
Hace un tiempo que no sé nada de ellos.
Lo último que supe fue que dos salieron a estudiar a otro lado, una no pudo entrar a la universidad y es mesera en un restaurante y de los demás no tengo ni idea.
Pero, ¿rendirse?, para alguien como yo ese concepto es algo extremadamente común, pero alguien como ella nunca lo había hecho.
-"¿Estás segura?, nunca me imaginé escucharte decir eso, ¿no será que sólo estás algo cansada por el fin de ciclo o algo así?"-

lunes, 29 de julio de 2013

Necesito

Necesito cambiar de aires, estos me están asfixiando.
Necesito cambiar la rutina, la actual está haciendo mella en mi estado de ánimo.
Son muy altas las probabilidades de que en poco tiempo necesite otro trago, otra ciudad, otra compañía, otras historias.
Es necesario que enfrente a mis demonios, esos con los que tantas veces he compartido amargos placeres y agridulces culpas.
Son tantas las necesidades, y tantas las demandas que mi mente parece empeñarse en recordarme, que empiezo a creer que lo único que realmente necesito es lograr encender este maldito cigarrillo.

miércoles, 3 de julio de 2013

7 Segundos

Siete segundos antes de partir.
Seis recuerdos que cruzan mi mente.
Cinco razones por las que no es correcto.
Cuatro son las luces que me dan cobijo.
Tres latidos han pasado desde que el miedo cesó.
Dos piernas que no quieren responder.
Uno es el número de pasos hacia el frente que se necesitan.
CERO...

viernes, 31 de mayo de 2013

Cosas que duelen

Un golpe con la base de un mueble, de cualquier mueble.
Una vieja herida en tiempos de frío, cualquier herida.
Un dolor de muela, cualquier muela.
Un billete perdido, cualquier billete.
Una ausencia, ESA ausencia.