A veces me gusta mi ciudad

Bailar

Pero que sea contigo, aunque sea solo por una noche, esta noche.
Bailar despreocupados, perdidos entre la oscuridad, que el ritmo no sea excusa y el liderazgo un tema sin importancia, pero hay que bailar.

Entreguémonos a la noche y su música, perdamos las inhibiciones, las corbatas, los prejuicios, los tacones. las preocupaciones y por qué no, los calcetines.

Baila conmigo aunque después de esta noche mi rostro y mi nombre se desvanezcan de tus recuerdos, baila y disfruta hoy porque sabemos que nunca olvidaremos estos pasos y su canción.

Receta equivocada

 -“¿Como fue que lograste invocarme sucio e insignificante humano?"; - decía el demonio con ojos centellantes y

fuego saliendo de sus terribles fauces.

Mientras tanto yo, temblando de terror desde la esquina de la cocina solo pude decir: "Estaba

siguiendo una receta del recetario de la abuela, se supone que ibas a ser caldo de pollo"