viernes, 10 de junio de 2016

Apio

Hace poco escuché acerca de olores y sabores que traen recuerdos,  al principio me pareció que era mentira.

No me gusta el apio, su sabor nunca me ha parecido agradable o apetitoso.
Y el hecho de que este mismo sabor haya venido a comprobar lo anterior es por demás molesto.

Porque después de accidentalmente comer un  poco de ese condenado apio una avalancha de recuerdos tomó por asalto mi cabeza.

Esos momentos con toda esa gente y ese maldito apio.

El frío de la noche y las experiencias inolvidables... Y el horrible sabor a apio.

Las bromas, las risas, bailes... Y como a nadie nos gustaba el apio.

Cada bocado es un recuerdo que regresa y una tortura horrible.

Y resulta que sin darme cuenta me acabé el susodicho apio.
Empiezo a pensar que debo hacer caso de la gente,  mi médico dice que debo comer apio más seguido,  porque es saludable...
Y al parecer, bueno para mi memoria.